“Hacer historia en el cine
español” o “marcar
un antes y un después en la industria española”,
que son algunas de las cosas que
se han dicho de Paco León a lo largo del día de hoy (hasta él mismo, pero refiriéndose a su madre), es un poco triste si se hace
con Carmina o Revienta.
La película del actor de Aída,
que la ha escrito y dirigido, arrasó en el festival de cine de
Málaga con premios del jurado, de público y con el reconocimiento a
Carmina Barrios como mejor actriz. Este éxito fue seguramente lo que
animó a León a probar la distribución simultánea en Internet, DVD
y plataformas online de su película, que ha sido un relativo éxito.
Y puedo entender la buena acogida del público en Málaga: la película es costumbrismo español
en estado puro, y casi diría que un retrato realista de cierto
sector de la población con unas cuantas escenas que de verdad
consiguen hacer reír. Pero desde luego, no comprendo el gran éxito que tuvo entre el jurado, porque Carmina o Revienta también
es una cinta muy mediocre, que carece de un hilo conductor fuerte (supuestamente el robo de los jamones) y que
tiene un montón de escenas prácticamente inconexas que no aportan demasiado a la trama. Rodada a modo de falso documental (un género que ya no es original
por más que nos digan que la película es una mezcla de realidad y
ficción), la película se queda en un experimento curioso.
He llegado a oír
que Carmina Barrios está inmensa y que eclipsa a su hija María
León. En mi opinión, nada más lejos de la realidad: mientras que
María León está bastante convincente como poligonera que ha tomado muy malas decisiones en la vida, el trabajo de Carmina no me parece demasiado loable.
Obviamente, interpretarse a uno mismo sí que requiere cierto
esfuerzo, al contrario de lo que muchos aseguran, porque es difícil
actuar con naturalidad con una cámara delante, pero la “actriz”
se traba, se le notan los nervios y en ciertos momentos es obvio que se olvida el guión y tiene que hacer grandes esfuerzos para
recordarlo. Aun así, no negaré que Barrios tiene carisma y efectivamente es fácil creérsela en su papel.
Carmina o Revienta
no es insultantemente mala, pero tampoco me parece destacable y estoy
seguro de que dentro de un par de años todos nos habremos olvidado
de ella. Y, si la recordaremos, básicamente será por el honor de ser
la primera película que se estrena en nuestro país en DVD y online
al mismo tiempo que se distribuye en las salas. Que haya funcionado
bien en su primer fin de semana, por otro lado, no creo que pruebe demasiado: la
película le ha costado a Paco León 40.000 euros, un presupuesto
reducidísimo que además ha salido casi íntegramente de su
bolsillo. No era demasiado el riesgo y, efectivamente, la película
ha cubierto el presupuesto.
Ahora
bien, hay que tener en cuenta, en primer lugar, que Carmina
o Revienta es de algún modo un
acontecimiento cinematográfico (más por la forma en que se estrena
que por la película en sí), y el sector más cinéfilo del público
no se lo ha querido perder (la han visto 62.000 personas este fin de
semana, tampoco sobredimensionemos las cifras). Hay que entender
también que, por respeto a la iniciativa, son muchos los que se han
gastado dos euros en verla y no se la han descargado ilegalmente y
con buena calidad, que es lo que podremos hacer todos de normalizarse
este modelo. De alguna manera, Carmina o Revienta
no tenía competencia.
Por
tanto, y aunque es muy loable la iniciativa y ha funcionado bien, los datos suscitan muchas preguntas: ¿Una película con
más tirón también habría tenido muchas más reproducciones por
los canales legales sin que su público en las salas se resintiera?
¿Gastarse dos euros en ver una película online, que es un precio
más que razonable, es algo que estén dispuestos a hacer los
espectadores semana a semana con la tentación del DVDRip en
ThePirateBay? Lo siento, el pesimismo forma parte de mi naturaleza.
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