Hacer una serie de televisión sobre un
personaje tan significativo en la historia española como Isabel de Castilla es sin duda un proyecto ambicioso que en nuestro país sólo
tenía cabida en TVE. En los últimos años, Canal+ ha hecho sus
pinitos en la producción propia con ficciones más arriesgadas de lo
que acostumbramos a ver en las cadenas generalistas (Crematorio,
¿Qué fue de Jorge Sanz?),
pero no creo que pueda permitirse económicamente una serie de
televisión de tal envergadura. Lamentablemente, y a pesar de que
como muchas veces se ha dicho la historia de nuestro país es amplia
y da para contar muchas historias (sobre todo de intrigas palaciegas,
como la que nos ocupa), Isabel
ha nacido muerta, y muy bien tiene que ir en audiencias (de momento
el estreno ha sido excelente) para que una TVE marcada por los
recortes y el déficit pueda permitirse renovarla por una segunda
temporada.
Sea
como sea, de momento tenemos trece episodios por delante que prometen
bastante, por varias razones. Desde luego, ya se han hecho series en
nuestro país con mejor producción (Imperium,
sin ir más lejos, que fracasó la semana pasada en su estreno), pero
los decorados de cartón-piedra de Isabel dan
el pego bastante bien y la ambientación está muy conseguida, así
que podemos aprobar el esfuerzo de producción. Entre el reparto, en
cambio, hay de todo: Michelle Jenner consigue dotar de una fuerte
personalidad a su personaje, a pesar de lo poco que muchos esperaban de ella; Ginés García Millán se mete muy bien en la piel de Juan Pacheco y Pablo Derqui
encarna bastante bien las inseguridades de Enrique IV. Por otro lado,
los demás actores tienden más bien a recitar sus líneas de diálogo, tratando de dar solemnidad a cada sentencia, que a actuar de verdad, y Victor Elías está
vergonzosamente encasillado en su papel de Los Serrano.
Argumentalmente, la
serie no tiene mucho que envidiar a otras ficciones de este corte. En
el primer episodio los acontecimientos se suceden a gran velocidad,
presentándonos a los personajes y los terrenos en los que se moverá
esta primera temporada: acabará con la coronación de Isabel como
reina y mientras tanto veremos la conspiración a la sombra contra su
hermanastro el rey Enrique IV. Es de agradecer que los guiones, como
comentaba Javier Olivares (director argumental de la serie) en GuionistasVLC, se esfuercen en buscar la personalidad y
las emociones de los personajes a raíz de los hechos. Sí, en teoría
esto es inventar, ya que no sabemos realmente qué pensaban o sentían
los personajes históricos en cada momento, pero también una forma
de hacer más cercana la historia al espectador. Y al menos con
Isabel, Enrique IV y Juana de Portugal lo consiguen, pues son
personajes bastante verosímiles.
Será interesante
ver el proceso de maduración de Isabel y cómo su personalidad va
adquiriendo cada vez más matices. Además, la tortuosa historia de
esta mujer promete que el ritmo de las tramas no decaerá y algunas
de las cosas que comenta Olivares en su entrada tienen buena pinta.
Isabel no es ninguna maravilla: ciertas cosas como el uso de
la música o lo ya comentado (interpretaciones, producción) chirrían
bastante, pero los guiones están bien escritos y ser entretenida lo
es un rato, al menos en mi opinión. Si durara un poco menos se
agradecería, pero esos 70 minutos no se hacen pesados, así que de
momento me la quedo. “¡Somos hijos de reyes y mi hermano no va a limpiar nada!”
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