En uno de los episodios de invierno de
esta última temporada de The Closer,
se mostraba el homicidio que el equipo de Brenda Leigh Johnson
tendría que investigar desde el punto de vista de quien lo cometía.
La clave de las series procedimentales, al menos en teoría, es la
intriga de saber quién y por qué cometió el crimen, y los
interrogatorios y la búsqueda de pruebas conducen hacia esta
revelación al final de los capítulos. Sin embargo, el episodio
funcionaba como un reloj y dejó claro lo que distingue a The Closer de otras muchas series
policíacas: se centra en la dimensión psicológica y emocional de
los personajes episódicos y dibuja a los asesinos con bastantes
grises.
En
este sentido, puede recordar a la ya desparecida Caso
abierto, aunque The
Closer no recurre a los
flashbacks como sí lo
hacía la serie de la CBS y desde luego es mucho menos
sentimentaloide. Por eso, en mi opinión, es uno de las mejores
series policíacas que se han podido ver en la pequeña pantalla, y
como ya casi no se puede hablar de ella en presente, porque esta
noche emitirá su último capítulo en el canal TNT, quiero
aprovechar para recomendar una vez más la serie a quienes no la
hayan visto nunca.
The Closer
destaca en primer lugar por su realismo. Es un realismo relativo,
puesto que Brenda es capaz de utilizar la ley a su antojo y manipular
a los sospechosos en un interrogatorio para conseguir una declaración
(algo que le acaba pasando factura en su última temporada, por lo
que la serie se ha convertido en algo todavía más redondo), pero
los resultados de balística y las pruebas de ADN tardan en llegar,
los ordenadores sofisticados brillan por su ausencia y los
interrogatorios son primordiales a la hora de resolver un caso. Estos
interrogatorios siempre han sido el plato fuerte de la serie y el
medio de lucimiento de Kyra Sedgwick, ganadora y seis veces nominada
al Emmy por este papel.
Sin
embargo, ni el personaje central, que es sin duda la policía más
imperfecta, humana, obsesiva y creíble de la televisión, ni la
consistencia de los guiones son los únicos puntos que hacen destacar
a The Closer: el
plantel de secundarios y la dinámica de grupo son envidiables. Son
muchos los procedimentales que echan todo el peso de la serie en sus
personajes, pero al final la táctica ha acabado explotándoles en la
cara: Bones resolvió
la tensión sexual entre sus personajes de manera muy mediocre y por
el camino se cargó también la chispa de los ayudantes del
laboratorio, demostrando que sus casos no tienen y nunca tuvieron
gracia; y algo parecido se puede decir de Castle,
cuyos secundarios no pueden ser más random.
Algo
que me llamó siempre mucho la atención de The Closer,
además, es cómo los personajes se chocan por los pasillos,
tropiezan, se interrumpen al hablar y se equivocan, aumentando la
sensación de credibilidad. Esto en ocasiones también da lugar a
episodios tan desternillantes como los de cualquier sitcom
(Flynn y Provenza podrían
protagonizar una comedia policíaca y todos seríamos fans). Y, como
ya he comentado en alguna entrada anterior, introducir comedia sin
que resulte forzado en una ficción a priori
tan dramática siempre me parece algo muy difícil de hacer y digno
de admirar.
Es
normal que dé pereza ponerse con The Closer,
y más ahora que está acabada, pero quienes la hemos seguido a lo
largo de estos años la hemos disfrutado mucho. Personalmente, nunca
he notado bajones de calidad reseñables y me parece que esta última
temporada que está revalorizando al alza el conjunto. Aún no se
sabe si Major Crimes
(el spin off que
mantendrá a prácticamente todo el reparto) será una digna sucesora
(Sharon Raydor aún tiene mucho que demostrar), pero podéis empezar
con ella, que también se estrena esta noche, y si os gusta lo que
veis, puede que os animéis a darle una oportunidad a los crímenes
de Brenda.
PD: Conociéndome, el blog estará un poco monotemático esta semana, que tocará hablar del final de la serie y del comienzo del spin off.
2 comentarios:
Fantástica entrada, que coincido contigo al 100%. Espero que Raydor aguante al listón, aunque sin Brenda las cosas no serán lo mismo. Y sí, cada capítulo en que Flynn y Provenza la liaban eran de los mejores de la serie.
Hice muy bien en ponerme al día incluso cuando ya había empezado la séptima temporada, ahora puedo ver el final "en directo" y despedir a Brenda a su debido momento. Y creo que cuando acabe la revisionaré, porque es maravillosa, y no, no decae en ningún momento.
A mí al principio Raydor no me inspiraba confianza (me gustaba como secundaria, pero no creía que fuese a aguantar como protagonista), pero ahora que hemos visto otras facetas suyas, me va gustando más y creo que 'Major Crimes' no podría estar nada mal. Además, el resto de personajes van a ser prácticamente los mismos, así que supongo que seguiremos teniendo casos interesantes y esos episodios locos de Flynn y Provenza se van a mantener. Tengo ganas de ver qué tal.
Gracias por comentar. ;)
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