Ahora que ya veo la televisión a ritmo USA, puedo hacer una de las cosas que más envidia me daba años atrás de los blogs seriéfilos: ¡memes! Como este año Adri no se ha animado a lanzar uno para despedir la temporada, LiPooh ha tenido a bien reciclar el que propuso el año pasado, y otros blogueros hemos decidido seguirle, así que ahí va mi repaso a lo que ha dado de sí la temporada 2011/12.
La novata que nunca debió existir:
Smash.
No ya porque la serie sea mala, sino porque todas las discusiones en
torno a ella han sido tan insoportables que la NBC nos habría hecho
un favor si hubiera apostado por cualquier otra serie para que fuera
su gran éxito de la temporada.
La que ha perdido fuelle:
The Big Bang Theory
empezó la temporada muy centrada y bastante más divertida que otros
años, pero con el paso de los episodios la pereza que me daba
ponerme a ver el capítulo semanal iba en aumento y aún tengo los
cinco o seis últimos episodios pendientes. Este verano me los
quitaré de encima.
La
que sigues con más pasión:
La temporada ha tenido altibajos y no ha brillado tanto como las
anteriores, pero Fringe
sigue planteando temas muy interesantes. Además, han sabido
enderezar bastante las cosas en su recta final y solucionar los pocos fallos que yo le vi. Ahora que los personajes vuelven
en parte a ser quienes eran, sigue siendo mi favorita, y sufro
pensando que en diciembre se nos acaba.
La
gran decepción:
Bones,
casi como The Big
Bang Theory,
empezó fuerte este año con un par de episodios potentes. La nueva
“dinámica” de los protagonistas apuntaba maneras, pero al final
ha acabado teniendo muchísimos episodios aburridos, con alguno más
inspirado a mitad de la temporada. Pero todo bastante olvidable.
La
que te ha sorprendido gratamente: 2 Broke Girls.
Será una comedia chorra y simple como el mecanismo de un botijo,
pero me río a carcajadas con ella. Y mira que los guiones son
siempre iguales (dobles sentidos sexuales, humor escatológico...),
pero la química entre las dos protagonistas es genial, y los
secundarios han ido mejorando bastante.
La
que te llamaba mucho pero no seguiste con ella: Vi
los primeros siete episodios de Homeland y me parecieron magníficos. Sobre todo el séptimo, el último que
vi, que no dejaba muy claro por dónde iba a ir la serie a partir de ese momento. Por eso no
entiendo cómo no he terminado de verla todavía para poder unirme a
aquellos que dicen que es el mejor estreno del año. Los cinco
últimos capítulos son una de mis prioridades veraniegas. Y Alcatraz
no sería lo que se esperaba de ella, pero era un procedimental
entretenido con un tono muy interesante, y también la dejé a cinco
episodios del final.
La
cansina: Glee
ha sido bastante insoportable este año. Como siempre, vamos, pero en
peor. Mención especial a momentos vergonzantes como el milagro
de Quinn o el episodio en el que decidieron cantar en español y
eligieron grandes éxitos de nuestra cultura como La
cucaracha y
Bamboleo.
Pero bueno, además de irritante, también sirve para echarse una
risas con sus WTF?
No me voy a quejar mucho cuando la sigo viendo (y una pequeña parte de mí la disfruta).
La miniserie:
The Fades tiene
un final abierto muy dañino, pero en realidad cierra casi todas las
tramas que plantea en sus seis únicos episodios. Me duele menos
engañarme a mi mismo tomándomela como una miniserie que como una
primera temporada con mucho potencial. Mención aparte a otra joya
británica, la perturbante Black Mirror.
La que no
pensabas que te gustaría: American Horror Story. Ryan
Murphy no es una referencia muy fiable (véase Glee),
pero su perturbada cabeza puede producir grandeza pura en géneros
como el terror. Mucha demencia que acaba convirtiéndose en un drama
consistente (quién lo diría), cientos de homenajes al cine de
terror (y a Bitelchús)
y Evan Peters y Taissa Farmiga, a los que espero ver en muchos
papeles a partir de ahora, en un reparto capitaneado por Jessica
Lange, que brilla con luz propia.
La nueva serie
que recomiendas: Once Upon a Time puede ser
ñoña e infantil a ratos, lo admito, pero las vueltas de tuerca a los cuentos infantiles me han tenido enganchado todo el año, y la
recta final de infarto que ha tenido ha sido de lo mejor de la temporada, en
mi opinión. Aunque claro, para alabarla como es debido hay que
olvidarse de la protagonista, una madre coraje de mentira obsesionada
con muchas ideas preconcebidas.
La que sigue en
buena forma: The Good Wife
sigue siendo uno de los dramas más consistentes, elegantes, bien
escritos e interpretados de la televisión. A lo mejor este año no
ha sido tan trepidante como el pasado, pero la genialidad, el
subtexto y las ganas de aplaudir han seguido estando ahí en cada
escena. Emmy para la serie (a mejor drama y mejor comedia) y Emmy
para Christine Baransky.
Una nueva con
buena pinta: Este verano, The Newsroom, la nueva de
Aaron Sorkin, es una cita ineludible. Y ya en otoño habrá que estar
atentos a Last Resort,
uno de los estrenos que mejor pinta tienen. En trailer anticipa una
intriga muy bien conseguida. Y mi lado mamarracho está deseando
reencontrarse con Terry O'Quinn y Vanessa Williams en esa especie de
American Horror Story de
saldo que parece que va a ser 666 Park Avenue.
La cancelación
que has maldecido: The
Fades. Me repito, pero
es que era muy grande.
Ese cliffhanger
malo para tu manicura: La
recta final mediocre que ha tenido Revenge
se nos ha olvidado a todos con ese pedazo de final de temporada. Han
dejado 93501857 frentes abiertos.
Un momento para
llorar: El Wonderful!
Wonderful! con el que
nos despedimos de Karen McCluskey en Mujeres Desesperadas. Y que
Kathryn Joosten haya fallecido dos semanas después contribuye a que
el momento sea incluso más mítico. DEP.
Un momento para
reír: La season
finale de Cougar Town ha estado sembrada.
El momento “I've tried the wine before and... not a big fan” creo
que no se me va a olvidar nunca. Y saber qué se hace en caso de
empate en las elecciones de Pawnee confirma que a Parks & Recreation no hay comedia que le tosa, salvo Modern Family a veces (“Algún día,
tus fans trabajarán para mis fans”).
Una escena
memorable: La ducha de Girls.
Aunque bueno, en el mismo episodio Marnie y Jessa protagonizan otro
momentazo.
El rey de la
serie: Aunque Schmidt haya sido
para muchos el personaje revelación de la temporada, para mí, Nick
Miller es, con perdón de Zooey Deschanel, el rey de New Girl.
#yoconfieso: que
vi los dos últimos episodios de House
saltándome unos cuantos de los anteriores porque la octava temporada
se me estaba haciendo muy cuesta arriba. Pero a mí me gustó mucho el final de la serie, bastante más que al resto de la
blogosfera, por lo que he leído.
Tú sobras: Tom
de Parks & Recreation
y Declan de Revenge
deben morir. Entre terribles sufrimientos.
La nueva serie
que no veré ni loco: Nunca
digas nunca, pero muy bien se tiene que hablar de 1600
Penn
y de Malibu
Country para que me
anime a verlas.
And I will
always love you: Olivia Dunham, FBI. Espero que Anna Torv aparezca en todos los episodios de la
última temporada, señores de Fringe.
Y sí, es una amenaza.
2 comentarios:
Tom siempre ha sido el personaje que más me ha chirriado de Parks, no creo que su tipo de humor encaje con el resto del grupo. Eso y que no me hace gracia alguna.
He llorado por culpa de Kathryn Joosten dos veces en una semana :(
Y no eres el único al que le gustó el final de House. Que por cierto, después de maratonear las temporadas anteriores, acabé dejando la octava en el cuarto capítulo y sólo me vi los tres últimos. Algún día veré los que me faltan.
A mí al empezar la serie no me disgustaba, pero tampoco me hacía gracia. Ahora su trama con Ann directamente me saca de quicio y no le veo mucho sentido.
Y he visto ya el vídeo del "Wonderful! Wonderful!" como ocho veces esta semana. Y las que me quedan :(
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