El género en el que se circunscribe
Glee (comedia musical) es relativo. Ya lo ha demostrado más
de una vez al tratar temas como el bullying,
la anorexia o el suicidio adolescente. Unos con más acierto que
otros, y siempre permitiéndose a sí misma hacer comentarios
sarcásticos burlándose de las tragedias de los personajes, pero
todos estos temas han hecho que la serie haya navegado por derroteros
más dramáticos. Choca y desconcierta, pues se supone que Glee
debe ser un guilty pleasure
que durante cuarenta minutos nos entretenga con tramas locas y
desenfadadas y covers
de clásicos de la música y hits del
momento, pero es comprensible porque desde el primer momento ha
tratado de transmitir un mensaje positivo de integración que en
última instancia sea educativo para los adolescentes que la ven.
Como
entretenimiento ligero, esta temporada lo está haciendo muy bien.
Como ya comente hace no mucho, este año se están currando los
números musicales y armando coreografías que son francamente
divertidas. Además, hace un par de semanas Jane Lynch demostró que
los one liners de Sue
siguen en plena forma y no sin cierta vergüenza admito que, al
contrario que otras temporadas en las que me echaba las manos a la
cabeza por lo malo que era lo que estaba viendo, este año me lo
estoy pasando muy bien todas las semanas.
Spoilers de aquí en adelante.
Sin
embargo, en el episodio que se emitió anoche en Estados Unidos (4.18
– Shooting Star), la
serie se atrevió con un tema que desgraciadamente no deja nunca de
estar de actualidad por esos lares: los tiroteos en institutos. Estoy
seguro de que, como showrunner
de la única serie de instituto que ahora mismo tiene cierta
audiencia, Ryan Murphy se sentía obligado a hablar del tema y a
aportar su punto de vista. Y el problema no es que introduzcan una
trama como esta en la serie, algo más que respetable si transmiten
ese nivel de angustia –lo consiguen y yo soy el primer sorprendido–
y además enseñan a los espectadores cómo actuar en un caso como
este –si obviamos el hecho de que los chicos son igual de
silenciosos que una estampida de elefantes–, el problema es la
repercusión que acaba teniendo.
Y el
caso es que ninguna. Ningún personaje muere, cuando nadie habría
echado de menos, por ejemplo, a Unique (lo siento, tenía que
decirlo). De hecho, no mueren tan siquiera extras porque el disparo
venía de Becky, la chica con síndrome de Down que es también la
“protegida” de Sue Sylvester. Es decir, que la tensión generada
viene de una amenaza que no era tal, y como espectador me siento casi
estafado al final. Sue, decidida a proteger a Becky (algo que,
sorprendentemente al hablar de Glee
es muy coherente con el personaje) confiesa que la pistola es suya y
la había disparado por error. El hecho de que un profesor tenga una
pistola implica su despido automático, y en el caso de la jefa de
las animadoras no iba a ser menos. Por lo visto, Jane Lynch abandona
Glee, pues su salida
no parece reversible. ¿Era la trama del tiroteo una excusa para
darle una salida al personaje por todo lo alto? Aunque el resultado
haya sido un pelín chusco se agradece que Sue se vaya como un
personaje al que echaremos de menos y que no la hayan sacado de la
serie con una trama ridícula.
Por
supuesto, Shooting Star
hace gala de otros muchos de los defectos de Glee:
tramas que vienen de la nada (la entrenadora y su cuelgue por Will),
comportamientos estúpidos (que todos empiecen a cantar canciones de
despedida porque Brittany ha anunciado que un meteorito va a impactar
en la tierra cuando en realidad nadie la cree) y desaprovechamiento
de oportunidades (la “chica” con la que chatea Ryder tenía toda
la pinta de ser un pedófilo pero todo apunta a que se tratará de
uno de sus compañeros). En resumen, que es una trama innecesaria,
que no es en ningún caso un game changer
(sino más bien un evento para atraer audiencia) y que no causará
ninguna secuela a los protagonistas, puesto que todo se ha resuelto
sin víctimas y dentro de dos episodios (o tratándose de Glee,
en uno) estará completamente olvidado.
1 comentario:
A ver primero quiero decir que me alegra encontrar a alguen que disfruta de la serie,ya que en España se ha puesto de moda insultarla.Sin embargo no estoy de acuerdo contigo, este capítulo sobre todo pretendía emocionar y por los comentarios que he leido en blogs americanos,lo ha logrado casi con todos,también conmigo.También creo que trato el tema muy bien,con seriedad y lo de Becky para nada lo veo como una estafa,todo lo contrario,querían mostrar que cualquier adolescente,incluso uno con el síndrome de Down puede obtener un arma...Ademas quizás lo has olvidado,aunque lo han recordado,pero Will fue el primer hombre que beso a Beast,ella aguantó con su marido que le pegaba por un tiempo,por miedo a que ningún otro hombre se fijará en ella,asi que es muy creible que intente tener algo con él,pensando que es soltero...La trama de Ryder también me encantó,dió mucho suspense y tensión al capítulo,ya veremos quien es, y también me encanta Unique,aunque me doy cuenta que es un personajes controversial,no estás en lo cierto,también tiene muchos fans,aunque también detractores....En lo de que le siguen las tonterías a Brittany si que te doy razón,es una tonteria,pero quizás es por buen rollo,ya que en ningún momento se lo toman en serio.Aunque no estemos de acuerdo,me ha gustado mucho tu artículo y perdon por el largo comentario.Y antes de irme no puedo dejar de resaltar las enormes actuaciones de todo el reparto!
Publicar un comentario