lunes, 13 de agosto de 2012

Crímenes con clase



En uno de los episodios de invierno de esta última temporada de The Closer, se mostraba el homicidio que el equipo de Brenda Leigh Johnson tendría que investigar desde el punto de vista de quien lo cometía. La clave de las series procedimentales, al menos en teoría, es la intriga de saber quién y por qué cometió el crimen, y los interrogatorios y la búsqueda de pruebas conducen hacia esta revelación al final de los capítulos. Sin embargo, el episodio funcionaba como un reloj y dejó claro lo que distingue a The Closer de otras muchas series policíacas: se centra en la dimensión psicológica y emocional de los personajes episódicos y dibuja a los asesinos con bastantes grises.

En este sentido, puede recordar a la ya desparecida Caso abierto, aunque The Closer no recurre a los flashbacks como sí lo hacía la serie de la CBS y desde luego es mucho menos sentimentaloide. Por eso, en mi opinión, es uno de las mejores series policíacas que se han podido ver en la pequeña pantalla, y como ya casi no se puede hablar de ella en presente, porque esta noche emitirá su último capítulo en el canal TNT, quiero aprovechar para recomendar una vez más la serie a quienes no la hayan visto nunca.

The Closer destaca en primer lugar por su realismo. Es un realismo relativo, puesto que Brenda es capaz de utilizar la ley a su antojo y manipular a los sospechosos en un interrogatorio para conseguir una declaración (algo que le acaba pasando factura en su última temporada, por lo que la serie se ha convertido en algo todavía más redondo), pero los resultados de balística y las pruebas de ADN tardan en llegar, los ordenadores sofisticados brillan por su ausencia y los interrogatorios son primordiales a la hora de resolver un caso. Estos interrogatorios siempre han sido el plato fuerte de la serie y el medio de lucimiento de Kyra Sedgwick, ganadora y seis veces nominada al Emmy por este papel.

Sin embargo, ni el personaje central, que es sin duda la policía más imperfecta, humana, obsesiva y creíble de la televisión, ni la consistencia de los guiones son los únicos puntos que hacen destacar a The Closer: el plantel de secundarios y la dinámica de grupo son envidiables. Son muchos los procedimentales que echan todo el peso de la serie en sus personajes, pero al final la táctica ha acabado explotándoles en la cara: Bones resolvió la tensión sexual entre sus personajes de manera muy mediocre y por el camino se cargó también la chispa de los ayudantes del laboratorio, demostrando que sus casos no tienen y nunca tuvieron gracia; y algo parecido se puede decir de Castle, cuyos secundarios no pueden ser más random.

Algo que me llamó siempre mucho la atención de The Closer, además, es cómo los personajes se chocan por los pasillos, tropiezan, se interrumpen al hablar y se equivocan, aumentando la sensación de credibilidad. Esto en ocasiones también da lugar a episodios tan desternillantes como los de cualquier sitcom (Flynn y Provenza podrían protagonizar una comedia policíaca y todos seríamos fans). Y, como ya he comentado en alguna entrada anterior, introducir comedia sin que resulte forzado en una ficción a priori tan dramática siempre me parece algo muy difícil de hacer y digno de admirar.

Es normal que dé pereza ponerse con The Closer, y más ahora que está acabada, pero quienes la hemos seguido a lo largo de estos años la hemos disfrutado mucho. Personalmente, nunca he notado bajones de calidad reseñables y me parece que esta última temporada que está revalorizando al alza el conjunto. Aún no se sabe si Major Crimes (el spin off que mantendrá a prácticamente todo el reparto) será una digna sucesora (Sharon Raydor aún tiene mucho que demostrar), pero podéis empezar con ella, que también se estrena esta noche, y si os gusta lo que veis, puede que os animéis a darle una oportunidad a los crímenes de Brenda.

PD: Conociéndome, el blog estará un poco monotemático esta semana, que tocará hablar del final de la serie y del comienzo del spin off.

2 comentarios:

Atticus dijo...

Fantástica entrada, que coincido contigo al 100%. Espero que Raydor aguante al listón, aunque sin Brenda las cosas no serán lo mismo. Y sí, cada capítulo en que Flynn y Provenza la liaban eran de los mejores de la serie.
Hice muy bien en ponerme al día incluso cuando ya había empezado la séptima temporada, ahora puedo ver el final "en directo" y despedir a Brenda a su debido momento. Y creo que cuando acabe la revisionaré, porque es maravillosa, y no, no decae en ningún momento.

Diego Martínez dijo...

A mí al principio Raydor no me inspiraba confianza (me gustaba como secundaria, pero no creía que fuese a aguantar como protagonista), pero ahora que hemos visto otras facetas suyas, me va gustando más y creo que 'Major Crimes' no podría estar nada mal. Además, el resto de personajes van a ser prácticamente los mismos, así que supongo que seguiremos teniendo casos interesantes y esos episodios locos de Flynn y Provenza se van a mantener. Tengo ganas de ver qué tal.

Gracias por comentar. ;)